ROSH HASHANA 5774
EREV ROSH HASHANA: MIERCOLES 4 DE SEPT. 2013
SHAJARIT : JUEVES 5 DE SEPT 2013.
CEL: 316 3535336
PORMENORES DE LA PLEGARIA DE ROSH HASHANA
Obviamente, las plegarias de Rosh Hashana son pronunciadas desde un "majzor" o libro de plegarias en los cuales encontramos distintos textos y semánticas, según la costumbre de cada comunidad. Sin embargo, debido a la inquietud que cada año nos hacen llegar sobre algunos pasajes de estas plegarias, citamos a continuación acotaciones sobre la misma que hiciera nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, Shlit"a.
En cuanto a la expresión "Veyaasú culam agudá ajat" debe leerse "agudá ejat", según el versículo en el libro de Shemuel (Shemuel II, 2,25).
Otra frase en la que hallamos diferentes textos es "Sheiadanu H´shehsholtan lefaneja", en este caso el texto aceptado por la mayoría de las autoridades halájicas y según se acostumbra en Jerusalén es "Sheiadanu H´shehashilton lejfaneja". Y así lo dictamina Rabí Ovadia Yosef, Shlit"a.
Cuando acontece Rosh Hashana en Shabbat, la bendición de la amidá debe concluir con la frase "zijron teru´a" y no "yom teru´a" como en los demás años. Sin embargo, si por error este año (5772) por error termina la bendición pronunciado la frase "zijron teru´a" la misma es válida y no debe repetirla.
En la frase "ten jelquenu vetorataj" no debe pronunciarse "sim jelquenu.." sino "ten jelquenu..".
Es preciso, tanto en las plegarias durante el año como en las de Rosh Hashana concentrarse en las mismas y no pronunciarlas en forma rápida y desprovistas de atención, sino como ruegos auténticos al Eterno.
Y aún cuando en la amidá es preciso escuchar las palabras que pronuncia, se debe tratar de no interferir con la concentración de las personas que eventualmente se hallen a su lado. Y a pesar que Maran en el Shuljan Aruj escribe que en las altas festividades no es preciso cuidarse en este sentido ya que todo el mundo lee desde un majzor, de todas formas es apropiado cuidarse, especialmente teniendo en cuenta la opinión de los maestros de la Cabalá según la cual nadie debe oír la voz de la persona que está orando.